El historial crediticio, cómo mantenerlo sano y por qué
Este es quizá uno de los puntos más importantes a tener en cuenta cuando tenemos un negocio propio, ya que nos ayudará a tener abiertas las puertas del sistema financiero y puede convertirse en nuestra mejor carta de presentación.
Empecemos por entender un poco de qué se trata el historial de crédito. Como su nombre lo indica es la historia de cómo ha sido nuestro comportamiento frente a los pagos de créditos y deudas de productos o servicios; si hemos pagado y lo hemos hecho a tiempo, si hemos estado en mora, e incluso si hemos rediferido deudas.
Se trata de uno de los principales indicadores en los que las instituciones financieras de basan para decidir si somos o no buenos candidatos para obtener créditos o productos relacionados.
¿Qué se tiene en cuenta a la hora de evaluar un historial crediticio?
Algunos de los factores más importantes que revisan las instituciones encargadas de medir el riesgo financiero de una persona o empresa, son:
El historial de pago
Se tienen en cuenta las fechas de pago versus las fechas previamente estipuladas.
Deudas
Se trata de la cantidad de dinero que se deba a diferentes instituciones. Esto mide qué tan endeudados estamos y qué capacidad de pago podemos llegar a tener.
Tiempo
Se refiere a cuánto tiempo se han tenido vigentes los productos financieros y el manejo que les hemos dado.
Créditos
Se tendrán en cuenta todos los créditos adquiridos sin importar el tipo: créditos empresariales, de libre inversión, hipotecarios, así como las deudas acumuladas en tarjetas de crédito.
¿Qué puede dañar o crear una mancha en nuestro historial crediticio?
Estas son las principales causas para que nuestra puntuación de crédito sea baja:
– No cumplir con los pagos estipulados
– Incumplir las fechas límite de pago
– No pagar los intereses pactados
También es importante recordar que una mancha en nuestro historial puede durar varios años para ser borrada, así que vale la pena pensarlo dos veces antes de incumplir con nuestros pagos, para así no cerrarnos las puertas del sistema financiero.
¿Cómo podemos mantener un buen historial crediticio?
- Pagando dentro de las fechas límites, mejor si lo hacemos días antes del vencimiento
- No endeudándonos más allá de nuestra capacidad de pago
- Terminando de pagar las deudas en el menor tiempo posible
- Manteniendo los cupos de nuestras tarjetas lo más libres posible
- Revisando la puntuación de nuestro historial cada cierto tiempo
Siempre que pensemos en solicitar un crédito, es bueno tener en cuenta si de verdad lo necesitamos, pedir solo la cantidad requerida y estar seguros de que tendremos la capacidad de pago, incluso ante una eventualidad o imprevisto.
Por último, pero no menos importante, las principales razones para mantener un historial de crédito sano son:
- Acceder más fácilmente a créditos de diferentes tipos.
- La posibilidad de aumentar el cupo de las tarjetas.
- Obtener de forma más sencilla préstamos personales.
- Tener plazos más amplios para pagar créditos y/o deudas.
Si quiere aprender más sobre cómo mantener una deuda sana, le recomendamos leer nuestro artículo, 10 Consejos Simples Para Tener Una Deuda Saludable.
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10 consejos simples para tener una deuda saludable
Es común pensar de forma negativa cuando nos mencionan la palabra “deudas” quizá porque nos da miedo no poder asumirlas, le huimos a los intereses, o tememos llegar a un punto de no retorno con ellas.
Pero lo cierto es que las deudas son casi siempre necesarias para poder crecer. Si sabemos adquirirlas y manejarlas pueden traer muchos beneficios a nuestros negocios.
Lo importante es tener en cuenta ciertos aspectos que nos ayudarán a endeudarnos de forma saludable, sin estrés y con un propósito claro en mente.
Aquí recopilamos 8 consejos que le ayudarán a lograrlo:
- Tener claro el propósito de la deuda
Bien sea para adquirir insumos, ampliar instalaciones o para pagar ciertos servicios, es importante saber en qué invertiremos el dinero del crédito. - Conocer nuestro nivel de endeudamiento
Para esto debemos saber cuál es nuestro total de ingresos y de ahí calcular qué porcentaje de ellos corresponden todas las deudas que tenemos. Así sabremos si tomar una deuda adicional es o no buena idea. - Tener en cuenta imprevistos a la hora de calcular los pagos
Es importante estar seguros de que podremos cumplir con los pagos, teniendo en cuenta que pueden surgir gastos inesperados. - Definir en cuánto tiempo estamos dispuesto a pagar el crédito
Es importante saber por cuánto tiempo tendremos que asumir el compromiso y evaluar la mejor opción de acuerdo al monto. - Pedir solo el dinero que sea necesario para el propósito que queremos
Endeudarse de más sin propósito alguno, solo hará que terminemos gastando el excedente sin saber con exactitud a dónde fue el dinero. - Comparar las opciones
Antes de tomar la decisión de adquirir un crédito, es bueno poner varias opciones sobre la mesa y comparar sus beneficios: facilidad, intereses, plazos, beneficios, etc. - Leer asuntos legales y asteriscos
A veces por al afán, olvidamos leer bien las letras pequeñas de los contratos, que pueden esconder cláusulas o cobros que no tenemos en nuestro radar. - Pagar en los tiempos establecidos
La mejor forma de mantener un buen historial de crédito es pagando a tiempo las cuotas acordadas cuando firmamos el contrato. Esto nos dará la posibilidad de renovar o volver a pedir un crédito cuando sea necesario. - Evitar endeudarse para hacer pagos pequeños o recurrentes
Adquirir una deuda a plazos para hacer un pago mensual puede convertirse en una bola de nieve que crece cada vez más. Igualmente, endeudarse para adquirir o pagar muchas cosas pequeñas que podrían pagarse en efectivo, solo generará intereses que aumentarán la deuda. - Detectar cuando es necesario hacer un cambio en los pagos
Algunas veces los imprevistos hacen que la mejor opción sea renegociar la deuda, bien sea el monto o los plazos para poder cumplir sin pasar por aprietos.
Estas son solo algunas razones por las que las deudas no son ese monstruo que muchas veces nos imaginamos, al menos no, mientras sepamos cómo manejarlas bien. Por el contrario, podemos hacer que se conviertan en un impulso para nuestro negocio y un camino para crear un buen historial crediticio.
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Cómo su emprendimiento ayuda a su comunidad
Es fácil pensar que solo las grandes empresas pueden tener un gran impacto en las comunidades y que si tenemos un pequeño emprendimiento o negocio, éste no tendrá mayor relevancia en la comunidad y en la sociedad en general, pero en realidad, esta es una noción bastante equivocada.
Los pequeños emprendimientos no solo aportan a una comunidad, sino que muchas veces se convierten en uno de los pilares fundamentales para su progreso.
Veamos 5 razones básicas, pero poderosas, por las que los pequeños negocios contribuyen al desarrollo económico y social de una comunidad:
- Ayudan a su bienestar económico: Cuando creamos una empresa, tenemos que comprar insumos, pagar por servicios específicos, en algunos casos contratar personal y en otros casos pagar impuestos. Todos estos factores hacen que la economía se mueva de forma más fluida y haya más dinero circulando en la comunidad.
- Generan empleos locales: Partiendo del punto anterior, en la medida en que los pequeños emprendimientos crecen, se abren nuevas posibilidades para generar empleos a las personas de la misma comunidad, lo que mejora su calidad de vida al no tener que salir de su entorno, ni desplazarse grandes distancias para poder emplearse.
- Inspiran a otros potenciales emprendedores: Si a un negocio le va bien, otras personas de la comunidad se sentirán motivadas a iniciar un negocio propio.
- Pueden contribuir a mejorar el medio ambiente: Al crear una economía más local, las personas tendrán que desplazarse menos en automóviles y servicio público para encontrar lo que necesitan, lo que fomenta una menor contaminación ambiental. Por otro lado, los pequeños negocios necesitan de menos infraestructura, lo que también contribuye al mismo fin.
- Crean y reafirman lazos entre los miembros de una comunidad: Los pequeños emprendimientos, al ser atendidos mayoritariamente por sus dueños, son mucho más cercanos y ayudan a generar dinámicas sociales que fortalecen las relaciones de comunidad.
Como vemos, el aporte a la comunidad de las pequeñas y medianas empresas no son una cosa menor, sin embargo, como emprendedores podemos sumar algunas acciones adicionales simples, que harán que el impacto de nuestro negocio sea cada vez más grande:
- Implementar en nuestro negocio prácticas de ahorro de recursos
- Contratar preferiblemente personas de la misma comunidad
- Tratar de innovar en nuestras prácticas y procesos para apoyar el progreso de la comunidad
- Competir de forma leal y apoyarse mutuamente para crear redes de emprendedores
- Invertir una parte de nuestras ganancias en programas sociales o ambientales que mejoren la calidad de vida de nuestra comunidad.
Nuestros pequeños negocios o emprendimientos pueden contribuir más a la comunidad de lo que quizá imaginábamos y cada pequeña cosa que hagamos por llevarlo más lejos, será también un aporte más a nuestra comunidad.
Conozca las alternativas que EDESA le brinda a los emprendedores para seguir creciendo y construyendo una sociedad mejor.